Una de las cosas que no sabes cuando emigras es que tendrás que enfrentarte a tus propios miedos y complejos. Una de las frases que más me he repetido a mí misma en éstos últimos 6 años es: «no sabía que podía hacer esto» o su variante «nunca pensé que fuera capaz de hacer lo otro».
Cuando me subí a la bicicleta muchos pensamientos cruzaron por mi mente. Me acordé de mi primera bici, una verde de quinta mano, esa que al final heredó mi hermano. Me acordé de mi segunda bici, esa que fue un regalo de desconocido.
La sal en la antigüedad era algo más que un condimento. Era usada como forma de pago, de ahí nuestra palabra salario. Incluso esclavos se llegaron a pagar con cristales de sal. Extraerla era complicado y necesitamos siglos hasta poder separarla de otros minerales que la corrompen y tenerla en una forma más pura.
Bienvenidas, bienvenidos a este sótano mejorado. En breve encontrarán aquí lo mejor del sótano viejo y cositas nuevas. Si quieren ver fotos vayan a mi Insta, si quieren escuchar mi dulce voz, busquen “la señora del sótano” en Spotify. Para cosas muy profesionales sobre educación superior tienen LinkedIn.
Superpower: immigrant, woman and Latina.
Cryptonite: stereotypes