«La mitad de todos los niños menores de cinco años en Guatemala tienen un retraso en su crecimiento debido a la desnutrición crónica» Éste es uno de los titulares de hoy publicado hoy en CNN en español. Es como el tiro de gracia en el alma de una nación conmocionada por los escándalos de corrupción.
El gobierno de Guatemala es el claro ejemplo de que un reino dividido contra sí mismo no puede prosperar. Si unos trabajan y otros roban, si unos tienen más propiedades que descendientes y otros se van a dormir con el estómago vacío, si los buenos, que son mayoría, no pueden contra los malos, que son minoría, estamos condenados a la desesperanza y oscuridad. Intento entender qué (fregados) le pasa por la cabeza a un político al sabotear, tal vez de manera irreversible, el futuro de su propio país. ¿Son capaces de entender las consecuencias reales y a largo plazo de sus acciones? ¿Qué se dicen a sí mismos para engañarse y racionalizar su pecado? ¿Sabrán que está condenando a toda una generación de niños inocentes? y si lo saben ¿cómo cauterizan sus consciencias para que les deje dormir por las noches? ¿Cómo no les puede importar que aquellos que les votaron pasen frío, hambre y estén condenados a un futuro sin esperanza? ¿Es que no oyen sus gemidos por las noches? ¿Es que no se les retuerce el alma al ver a esos niños que lloran sin llorar porque no tienen fuerzas ni para producir lágrimas? Si la auto proclamada madre de los guatemaltecos, hace lo que ella hizo contra sus hijos adoptivos, que no harán los enemigos de la nación. En tal caso mejor ser huérfano. Y en Honduras las cosas no están mejor.
No me preocupo por lo que no puedo hacer. Me preocupa lo que sí puedo hacer y todavía no estoy haciendo. Creo que la educación es la clave para el desarrollo y por eso invierto en educación. Creo que la oración del justo puede mucho y muchas oraciones de muchos justos podrán mucho más. Creo en la justicia divina, porque la humana me decepcionó hace mucho tiempo. Invierto lo que tengo, un poco de dinero, un poco de tiempo y un poco de fe, y lo dejo en las manos del Dueño del universo, él sabrá cómo lo utiliza.