La comunicación es una necesidad innata en el ser humano. Fuimos creados con la necesidad de intercambiar información, opiniones, sentimientos, ideas y sueños, y todo lo que alma es capaz de producir. Mucho se ha dicho sobre la comunicación intercultural, y mucho queda por decir. Hoy asistí a un seminario sobre el tema, que más que resolver mis dudas, alborotó algunas ideas y este es el resultado.
1. ¿Qué es la cultura? ¿qué queremos decir cuando nos referimos a alguien como una persona «con cultura»?. Si tener cultura es sinónimo de ir a la ópera, leer libros en latín, o emocionarse con el arte moderno, entonces la cultura es un privilegio de poquísimos. En cambio de la cultura es «un conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo» (www.rae.es) entonces todos tenemos cultura. Entonces, quizás, lo que llamamos cultura y sus derivados (culto o cultivado) es en realidad la expresión cultural de otros pueblos y otras épocas que todavía son tenidas en alta estima en la actualidad.
2. ¿Son inevitables los clichés? creo que sí. Hasta la persona más madura de este planeta tendría que admitir que alguna vez elaboró un juicio a priori sobre alguna persona. Creo que los clichés nos proveen información para comenzar a interactuar con otras personas, lo dañino es aferrarse a esa ilusión y no sustituirla por información real.
3. ¿Por qué es tan complicada la comunicación intercultural? porque requiere tiempo, mucho tiempo. Conocer las motivaciones, la esencia de una persona, o de una cultura es una tarea que toma mucho tiempo y requiere esfuerzo por ambas partes. Lamentablemente, en esta sociedad de microondas en la que vivimos, no disponemos de tiempo. Además estamos sobre expuestos a tantas posibles relaciones por medio de las redes sociales, que lo más fácil para todos es dedicarnos a ver fotos y darle al «me gusta».
4. La clave para una comunicación intercultural efectiva: escuchar. Y escuchar también toma tiempo.
5. ¿Está la iglesia evangélica latinoamericana, lista para enfrentar un mundo multicultural? ¿Están sus líderes listos para cuidar y alimentar a una congregación multicultural?
6. Otra clave para la comunicación efectiva: la humildad. Humildad para aceptar que la sabiduría no está monopolizada por mi cultura o mi forma de ver el mundo. Humildad para aprender de los demás y enriquecer nuestra existencia. Humildad para reconocer que hay éxito más allá de mis fronteras. Humildad para que los demás desarrollen sus fortalezas aún cuando estén en mi territorio.
7. ¿Por dónde empezamos? al igual que la madurez lingüística ayuda al aprendizaje de otro idioma, la madurez emocional (individual y colectiva) será un referente en la comunicación intercultural. No sólo se trata de hablar sobre comida o música, sino comprender las motivaciones intrínsecas, hechos históricos (personales o nacionales) relevantes, o patrones de conducta en nuestra cultura para comprender otras culturas. Es como retroceder a esa edad cuando nuestra pregunta favorita era ¿por qué…? Entraríamos entonces en ese proceso de cuestionarnos para conocernos, mejorar y conocer a los demás. Cuestionar sin malicia, sin avergonzar, sin esperar la destrucción del otro.