Un amor que no compromete su esencia

Mentiritas blancas para gustar al que me gusta. Pequeñas licencias de autor para exagerar los hechos y contar una historia más interesante. Photoshop con palabras para conseguir un ascenso. Decir que sí cuando el realidad quiero decir no. Evitar conflictos pagando con trocitos de integridad.

El amor de Dios no compromete su esencia. No renuncia a su naturaleza cegado por el «amor» a sus criaturas. No lo acepta todo, sino que provee alternativas a nuestras carencias. No cambia sus promesas para agradar al oyente, a todos promete lo mismo, de todos espera lo mismo. Un Salvador generoso que sufre rechazo, lo que no le detiene de intentarlo otra vez.

¿Y si amaramos con más integridad a nuestros semejantes? Sin comprometer lo que somos o lo que creemos, sin amputar nuestras necesidades por miedo a la soledad. Sin negar nuestras metas y llamado. Si tan solo fuéramos más transparentes y valientes al darnos a conocer, nuestros valores, principios, lo que podemos comprometer y lo que no.

El amor verdadero no compromete su esencia, porque no se puede amar bien con el alma agujereada.

¡Dile que me ayude!

Le dije que pidiera aceite y lámparas a las vecinas, no que fuera a la entrada de Betania a esperarte. Dile algo, porque después de todos estos años y todo mi esfuerzo por convertirla en una mujer de bien, una mujer de su casa, de su familia, no puede evitar hablarle a extraños. Dile algo porque a mí no me hace caso. Yo solo quiero evitar que hablen mal de ella, que tenga las oportunidades que yo no tuve. Dile algo porque tiene que asumir sus responsabilidades en esta familia.
Ella debería estar en la cocina, con las vecinas y amigas que vinieron a ayudarme y me preguntan por ella.
Dile algo, porque se escabulle, no te sirve como yo. Yo lo doy todo por ti, mis mejores recetas, mis mejores ingredientes, agua y toallas para tus pies, una casa limpia, una mesa elegante. Ella no te da nada, solo te escucha. Si lo único que hace de buena gana es pasar tiempo contigo y los tuyos ¿quién la va a querer como nuera? Es en ocasiones como esta que ella puede demostrar a las que vinieron a ayudarme que es capaz de cuidar a su marido y llevar su casa en orden, pero solo se sienta a escucharte.
Dile algo, porque no logro que me entienda.

Dile algo, porque no quiero que hablen mal de mí como hermana mayor. No quiero que digan que fracasé. No quiero que las que siempre me cuestionaron crean que siempre han tenido razón. No quiero que se cuestione mi habilidad de llevar mi casa y mi familia en orden. Dile algo porque tengo razón, yo solo quiero lo mejor para ella. Quiero evitarle los golpes y sufrimientos que le esperan a los que no encajan. Dile algo porque ya no me escucha.

Marta, Marta…