¿Lista?

Sabes pequeña, cada vez me reafirmo más en la convicción de que una de las peores cosas que hacen las personas es tomar decisiones basadas en el miedo. Se hacen o se dejan de hacer cosas evitando lo que tanto tememos. ¿Tienes miedo de no ser aceptada? Buscas pertenecer a un grupo cuya aprobación parece indispensable, porque cuando consigas esa aprobación serás feliz.

¿Tienes miedo de la soledad? Buscarás evitarla aún si no te sientes valorada, aún si no puedes ser tú misma, aún si tienes que fingir ser otra persona por un rato. Todo es aceptable excepto estar sola. ¿Tienes medio de no destacar en tu profesión? Sacrificarás tu cuerpo, salud mental y seres queridos para no caer en la mediocridad. Al final ambos son una forma de buscar aprobación, ya sea de la pareja o del jefe y los colegas, o simplemente aprobación personal. Serás feliz cuando la consigas. ¿Tienes miedo a lo imprevisible del futuro? Buscarás estar en control de tu vida siempre cueste lo que cueste. ¿Tienes miedo de tus hijos malgasten su vida? Les darás todo lo que tú no tuviste, no necesariamente lo que ellos necesitan. ¿tienes miedo de que los adoctrinen desconocidos? Reduces el contacto con el mundo exterior. Miedo a envejecer, miedo a la falta de recursos económicos, miedo a la enfermedad… evitar en lugar de enfrentar. Crecemos aprendiendo a evitar en lugar de enfrentar, no tenemos herramientas para ello.

Pequeña, cuando veas a tus temores a los ojos sabiendo que sólo son sombras sin poder, cuando puedas comprarte flores porque sí, cuándo puedas comunicar tus necesidades a su tiempo, sin explotar, cuando no le temas a los procesos ni a la disciplina, entonces estarás lista para la vida.

Todo tiene su tiempo, y no todos estamos listos para florecer al mismo tiempo.

Pequeña

A ti, pequeña, te deseo un futuro en el que tengas la libertad de lavar o bailar, según lo necesites. Maquillarte o no maquillarte, según el momento. De elegirte a ti y elegir a otros, amarte a ti y amar a otros.

Eres hija de tu tiempo, no esclava de él. Tu modo automático será lo que escuchaste en tu infancia, pero puedes y de debes desaprender para avanzar y crecer. Si se encienden tus alarmas, ¿por qué? ¿Son tus prejuicios los que se sienten amenazados? ¿Son tus valores? ¿Es simplemente que nunca te habías planteado esa nueva noción? No te acomodes, todo el mundo sabe algo que tú ignoras, averigua que es, y cuando lo encuentres ¿es algo que puedes usar en tu vida? Úsalo.

Está bien parar un rato y preguntarte dónde estás. Si necesitas cambiar el rumbo hazlo. Solo recuerda que todo es permitido, pero no todo conviene. La clave está en no dejarse dominar.

El espejo del alma

Tocar fondo no siempre huele mal, se ve desaliñado o termina en la cárcel. No hace falta declararse en bancarrota para saber que se ha fracasado. No hace falta llegar a los harapos para llegar al punto más bajo y sumir a una persona en una crisis existencial. Algunos con tal de evitar los harapos y la bancarrota traspasan todos los límites por una ilusión poder y gloria.

Se puede fracasar como político rodeado de amigos influyentes ganando unas elecciones. Se puede fracasar como padre pagando una carrera en Oxford para tu heredero. Se puede fracasar como líder recibiendo premios a la excelencia por tu trabajo. Se puede hablar se éxito maquillando la vergüenza interna. Se pueden fingir sonrisas, aunque los ojos delaten almas irremediablemente rotas. O tal vez solo temporalmente rotas.

Unos pueden abren los ojos a su realidad moral mientras le roban comida a los cerdos, otros lo hacen en un jacuzzi en una suite del Ritz. Unos necesitan del aplauso de multitudes para escuchar esa lucha interna que llevan ignorando como quien escucha llover. Otros necesitan premios para darse cuenta de que sus sueños de infancia no han muerto. Compañías sofisticadas y elegantes para recordar a los que siempre están dispuestos a perdonar, y lo olvidados que viven en la memoria.

No hay nada oculto que no haya de ser revelado. No hay nada tan roto que no pueda ser reparado. Nunca es tarde para volver a casa.

Un amor que no compromete su esencia

Mentiritas blancas para gustar al que me gusta. Pequeñas licencias de autor para exagerar los hechos y contar una historia más interesante. Photoshop con palabras para conseguir un ascenso. Decir que sí cuando el realidad quiero decir no. Evitar conflictos pagando con trocitos de integridad.

El amor de Dios no compromete su esencia. No renuncia a su naturaleza cegado por el «amor» a sus criaturas. No lo acepta todo, sino que provee alternativas a nuestras carencias. No cambia sus promesas para agradar al oyente, a todos promete lo mismo, de todos espera lo mismo. Un Salvador generoso que sufre rechazo, lo que no le detiene de intentarlo otra vez.

¿Y si amaramos con más integridad a nuestros semejantes? Sin comprometer lo que somos o lo que creemos, sin amputar nuestras necesidades por miedo a la soledad. Sin negar nuestras metas y llamado. Si tan solo fuéramos más transparentes y valientes al darnos a conocer, nuestros valores, principios, lo que podemos comprometer y lo que no.

El amor verdadero no compromete su esencia, porque no se puede amar bien con el alma agujereada.

¡Dile que me ayude!

Le dije que pidiera aceite y lámparas a las vecinas, no que fuera a la entrada de Betania a esperarte. Dile algo, porque después de todos estos años y todo mi esfuerzo por convertirla en una mujer de bien, una mujer de su casa, de su familia, no puede evitar hablarle a extraños. Dile algo porque a mí no me hace caso. Yo solo quiero evitar que hablen mal de ella, que tenga las oportunidades que yo no tuve. Dile algo porque tiene que asumir sus responsabilidades en esta familia.
Ella debería estar en la cocina, con las vecinas y amigas que vinieron a ayudarme y me preguntan por ella.
Dile algo, porque se escabulle, no te sirve como yo. Yo lo doy todo por ti, mis mejores recetas, mis mejores ingredientes, agua y toallas para tus pies, una casa limpia, una mesa elegante. Ella no te da nada, solo te escucha. Si lo único que hace de buena gana es pasar tiempo contigo y los tuyos ¿quién la va a querer como nuera? Es en ocasiones como esta que ella puede demostrar a las que vinieron a ayudarme que es capaz de cuidar a su marido y llevar su casa en orden, pero solo se sienta a escucharte.
Dile algo, porque no logro que me entienda.

Dile algo, porque no quiero que hablen mal de mí como hermana mayor. No quiero que digan que fracasé. No quiero que las que siempre me cuestionaron crean que siempre han tenido razón. No quiero que se cuestione mi habilidad de llevar mi casa y mi familia en orden. Dile algo porque tengo razón, yo solo quiero lo mejor para ella. Quiero evitarle los golpes y sufrimientos que le esperan a los que no encajan. Dile algo porque ya no me escucha.

Marta, Marta…

Esto no me trae gozo.

Gozo, equilibrio, perfección, orden, belleza. Deseos tan humanos como inalcanzables. Al alcance de los mortales está el caos, lo asimétrico, un viaje en compañía de seres imperfectos, cambiantes y caóticos. Un viaje en el que nadie puede relajarse ni asumir conocimiento absoluto, sólo el reconocimiento del aprendizaje constante.

Las circunstancias perfectas, el nivel de energía adecuado para empezar un proyecto. La vida perfecta, la compañía perfecta para nuevas aventuras. La vida se nos pasa esperando la redención de nuestra melancolía hacia la luz, ese estado en el que la perfección sea estable y duradera.

¿Y si la belleza existe en el proceso? ¿la aventura consiste en el camino y no necesariamente en el destino? ¿Y si la melancolía sí es un estado de ánimo altamente productivo y creativo?

Todo lo hizo hermoso en su tiempo porque todo tiene su tiempo.

Una canción

A veces no pasa nada. El mar sigue calma, las aguas no se abren, no se abren nuevos caminos. El cielo guarda silencio, no hay coros de ángeles anunciando salvación. El frío de la noche puede ser la calma antes de la tormenta o la antesala de un nuevo día. Pero siempre hay una canción. Esta es la mía hoy.

«Cantaré yo a Jehová,
porque se ha cubierto de gloria;
ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Jehová es mi fortaleza y mi cántico.
Ha sido mi salvación.
Éste es mi Dios, a quien yo alabaré;
el Dios de mi padre, a quien yo enalteceré. ¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? ¡Jehová reinará eternamente y para siempre!»

Año nuevo, problemas viejos.

«Estimados pasajeros, llevamos un retraso de 2 minutos, espero que no sea un problema… posiblemente encontremos algo de tráfico más adelante… Mis colegas yo trabajamos turnos de 21 horas, tenemos pausas pero en durante esas pausas debemos dormir, comer, asearnos, preparar, limpiar o reparar el autobús, así que espero que el atasco que nos espera no sea un problema. Saben, algunos de mis colegas tienen títulos universitarios, pero aquí estamos, conduciendo un autobús, no es un trabajo fácil y no cualquiera puede hacerlo… y cada día el drama de siempre, quejas… si se van a quejar por favor piensen en mis colegas y sus turnos de 21 horas.»

Por usar nombres ostentosos y muy del siglo XXI diría que estamos ante un caso de precariedad laboral y estrés financiero. La meritocracia se desmorona bajo nuestros pies, especialmente entre los más vulnerables. Pero donde abunda el desprecio por la dignidad de otros y la indiferencia de otros, abunda la gracia.

La necesidad que tienen los hombres de esperanza y paz con Dios es el gran ecualizador de la condición humana. Ya sea de los que tienen ideas como trasladar plantas de producción al sudeste asiático, como los que deben aplicar a trabajos por desesperación, todos necesitamos esperanza. Todos tenemos miedo, todos anhelamos libertad. Todos en algún momento nos sentimos espectadores impotentes asistiendo al teatro que es nuestra propia vida.

Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra así como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Porque en la abundancia de pan de mi prójimo está mi bienestar. La justicia hacia mi prójimo se transforma en paz para mí. La gracia de Dios reflejada en mis vecinos es mi felicidad. No hay plenitud en una sociedad desigual.

Feliz año nuevo, aunque lo que mi pesimismo estructural en realidad quiere decir es «Venga tu reino» porque hay mucho que no estamos haciendo bien.

Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por siempre.

Mejor no

El odio es una estrategia de marketing, nefasta. Es una herramienta de convencimiento contraproducente. Absolutismo emocional. Odiar es subestimar la mesura y exaltar las propias limitaciones.

Odiar es acumulación de hartazgo e incomprensión. ¿Necesidad de atención? Es como una motosierra con criterio firme. Es la suposición de conocimiento pleno, superior e inerrante. Energía emocional que busca desahogo pero solo deja división. Es el hijo del miedo y de la arrogancia. Pero el perfecto amor echa fuera el temor.

Fuimos llamados a tener criterio. A analizarlo todo y retener lo bueno. A ser rapidos para escuchar, lentos para enojarnos, astutos como serpientes y mansos como palomas. Nos dijeron que todo tiene su hora tiempo de hablar y tiempo para callar, o sea, a elegir con sabiduría cuando toca qué. Porque en la ira de los hombres no obra la justicia de Dios.

Ana

Entonces Ana oró y dijo:

«Mi corazón se regocija en Jehová,
mi poder se exalta en Jehová;
mi boca se ríe de mis enemigos,
por cuanto me alegré en tu salvación.
No hay santo como Jehová;
porque no hay nadie fuera de ti
ni refugio como el Dios nuestro.
No multipliquéis las palabras de orgullo y altanería;
cesen las palabras arrogantes de vuestra boca,
porque Jehová es el Dios que todo lo sabe
y a él le toca pesar las acciones.
Los arcos de los fuertes se han quebrado
y los débiles se ciñen de vigor.
Los saciados se alquilan por pan
y los hambrientos dejan de tener hambre;
hasta la estéril da a luz siete veces,
mas la que tenía muchos hijos languidece.
Jehová da la muerte y la vida;
hace descender al seol y retornar.
Jehová empobrece y enriquece,
abate y enaltece.
Él levanta del polvo al pobre;
alza del basurero al menesteroso,
para hacerlo sentar con príncipes
y heredar un sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra;
él afirmó sobre ellas el mundo.
Él guarda los pies de sus santos,
mas los impíos perecen en tinieblas;
porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios
y sobre ellos tronará desde los cielos.
Jehová juzgará los confines de la tierra,
dará poder a su Rey
y exaltará el poderío de su Ungido.»