La mudanza de la magnolia

El fuego cruzado de dos personas me agarró con los sentidos aturdidos. Conseguí 5 minutos de silencio físico, pero solo fue la paz que antecede a la tormenta. Al intentar hacer un llamado a la paz, salí trasquilada.

Parte de ser líder implica verificar que todos están bien, incluso los espectadores . Otra parte de ser líder es no dejar que las cosas se arreglen solas, hay que hablar, no dejarse nada en el tintero. 24 horas después resulta todo fue nada. Pero ya es demasiado tarde para mí. Las sombras de las dudas han estado allí desde el principio se materializaron, tienen nombre y apellidos.

24 horas después una llamada provoca la respuesta automática «si tan solo las cosas se hubieran analizado con más cuidado y realismo» pero llego entre 6 y 25 años tarde a esa conclusión. No depende de mí, nunca dependió de mí. ¿Y ahora?

No puedo evitar que la gente se enoje, no puedo evitar los malos entendidos, no puedo evitar que se tomen decisiones, desde mi punto de vista, poco acertadas, no puedo hacer que la gente quiera o no quiera hacer algo. Simplemente no puedo. No pude evitar que el pequeño árbol de magnolias frente a mi puerta haya desaparecido. La nevada de hace unas semanas quemó las primeras flores, pero no era como para cortar el árbol. El destino de ese pobre arbolito es otra de las muchas cosas que nunca han estado en mis manos. Lo siento por ella.

Cuando miro por las ventanas del salón solo veo una puerta y más ventanas, veo un seto que todavía no tiene muchas hojas, creo que no sabe que estamos en primavera. Esperando ver las ventanas de siempre hoy vi un punto de color fusia. Mis ventanas no están muy limpias pero el color fusia no viene de las huellas que dejan las gotas de lluvia. La pequeña magnolia no fue cortada, simplemente se mudó, la mudaron en realidad. Está donde la puedo ver, incluso desde mi habitación. Es una habitación con vistas a la magnolia. Si lo hicieron a propósito, no lo sé. El destino de ese pobre arbolito es otra de las muchas cosas que nunca han estado en mis manos. Me alegro por ella.

Los cuervos

Estimado Creador de todo lo que existe:

Queremos agradecerle haber pensado en nosotros para alimentar a su profeta, Elías me parece que se llama. Para nosotros en un honor tener en nuestro territorio a tan notorio siervo, pero como comprenderá, tenemos limitaciones que nos impiden velar por su bienestar, tal y como usted nos lo pide. Sabemos que él tiene algo que ver con esta gran sequía que tantas complicaciones nos trae. Aún así, consideramos cuidadosamente su petición.

En primer lugar la sequía de la región hace más complicada la labor de supervivencia en este medio, ya de por sí hostil. No sabríamos dónde encontrar lo que su humano necesita, en las cantidades que él necesita. Sabe usted que nosotros estamos acostumbrados a la rapiña, pero las cantidades que necesitamos son mucho menores de lo que usted nos pide ahora. El riesgo que corremos es muy grande, algunos de nosotros podríamos perder la vida. Algunos humanos ven en nuestras negras plumas malos presagios y nos tiran piedras. Aunque encontráramos, de forma sobrenatural y sin poner en riesgo nuestro bienestar, lo que él necesita, no tenemos manos para transportar la cantidad de alimento que un macho adulto de su especie necesita para sobrevivir. Algunos reportan que se encuentra de ánimo decaído, afligido, atormentado. Sabe usted que nosotros no hablamos su idioma, por lo que tampoco estamos en condición de brindar apoyo emocional. Tampoco se nos dio una voz dulce y primorosa. Nuestros graznidos están lejos de reflejar la belleza del Creador. Lo último que queremos es irritar a su profeta con nuestra primitiva forma de comunicación. Debido a nuestras muchas limitaciones lamentamos declinar su petición de ayuda.

Con el profundo deseo de que encuentre mejores instrumentos a su servicio,

Asociación de cuervos (proto) cristianos del arroyo de Querit.

Para leer la historia real

https://www.biblegateway.com/passage/?search=1%20Reyes%2017&version=RVR1960