Gracias y hasta siempre dulce señora.

Sólo tuvimos un mes para prepararnos para el fatal desenlace, aún así no ha sido fácil. Cada uno lleva el dolor de como mejor puede. Los hay con rabia, los hay perdidos en un mar de lágrimas, y los hay un poco más callados de lo habitual.

Yo me quedé con ganas de decirle algo muy importante.  No se lo dije porque tenía la impresión de que se aferraba a la vida…  De cualquier forma me quedé con las ganas de darle las gracias por todo. Gracias por el valor y la entereza de tomar las riendas de la familia después de la muerte de su esposo.  Gracias por no dejar que el dolor la bloqueara.  Gracias por sus ideas frescas y emprendedoras al pasar de ama de casa a pequeña empresaria.  Gracias por enseñar a sus hijos en valor de la colaboración y la responsabilidad. Gracias por la entereza con la que aguantó los altibajos de la vida, aunque supongo que simplemente no tuvo opción.  Gracias por su templanza y auto control, por haber cuidado su lengua de hablar mal de los que se aprovechaban de usted.  Gracias por el contentamiento que la caracterizó en la necesidad y al estar satisfecha.  Nunca escuché ni una queja de usted, y no creo que no haya sido porque no tuviera motivos para quejarse. Nunca la escuché renegar de su suerte, ni detecté amargura en sus palabras.

Supo combinar la elegancia del silencio con la sabiduría de sus palabras.  Fue y sigue siendo un ejemplo de una mujer muy digna.  Gracias por ello. Su mano no se cerró al necesitado, su casa estuvo abierta para los forasteros, y sin necesidad de gritos se forjó una buena reputación entre sus conocidos.  Cuando las fuerzas la abandonaron se quedó en casa, aceptó que la cuidaran, sin exigencias, con su característica consideración hacia los demás.  Pero su corazón nunca perdió la sintonía con su Salvador.  Con su inseparable radito pasaba las tardes.  Nunca la escuché cantar, pero sé que disfrutaba la música, sobre todos los coros antiguos. Pero sobre todo, gracias por criar a un hombre formidable, ese al que yo llamo papá.

Gracias por todo y hasta pronto