Pequeña

A ti, pequeña, te deseo un futuro en el que tengas la libertad de lavar o bailar, según lo necesites. Maquillarte o no maquillarte, según el momento. De elegirte a ti y elegir a otros, amarte a ti y amar a otros.

Eres hija de tu tiempo, no esclava de él. Tu modo automático será lo que escuchaste en tu infancia, pero puedes y de debes desaprender para avanzar y crecer. Si se encienden tus alarmas, ¿por qué? ¿Son tus prejuicios los que se sienten amenazados? ¿Son tus valores? ¿Es simplemente que nunca te habías planteado esa nueva noción? No te acomodes, todo el mundo sabe algo que tú ignoras, averigua que es, y cuando lo encuentres ¿es algo que puedes usar en tu vida? Úsalo.

Está bien parar un rato y preguntarte dónde estás. Si necesitas cambiar el rumbo hazlo. Solo recuerda que todo es permitido, pero no todo conviene. La clave está en no dejarse dominar.

El unicornio de los millenials.

Crecimos escuchando que somos especiales, que nos merecemos todo, que podemos tenerlo todo, que nunca ha habido una generación con tantas oportunidades como la nuestra, que el futuro era nuestro y que cambiaríamos el mundo.

Pensamos que íbamos a tener el final feliz de las series que veíamos en televisión. Pensamos que un título universitario era garantía de trabajo estable y seguro. Pensamos que lo que les funcionó a nuestros padres nos funcionaría a nosotros también. Metas boomer con recursos millenial. Pero no.

La meritocracia no pudo contra la precariedad laboral. Las crisis de cada país alejaron poco a poco el espejismo de estabilidad y seguridad que creímos ver en nuestros padres. La globalizacion se llevó puestos de trabajo a países donde la mano de obra fuera más barata. Nos dimos cuenta de que somos reemplazables.

Llegaron las redes sociales y compramos el cuento de que es posible tener una vida perfecta y digna de publicar. Otros, quienes quiera que sean, pero no nosotros. Y en ese esfuerzo por mantenernos a flote, nos quemamos. Nos cansamos de perseguir al unicornio. Nos cansamos de demostrar que somos la generación mejor preparada de la historia de nuestros países, pero que igual no llegamos a fin de mes. Y del cansancio a la terapia y de la terapia a la resignación. Hasta que un día un golpe de suerte resucita al unicornio y vuelta a empezar.

23.08 actualización. Re escuchando una charla del médico/neurocientífico Facundo Manes, me llamó la atención la siguiente siguiente idea: la meritocracia no funciona porque no la igualdad no existe. La meritocracia tendría sentido si todos tuviéramos las mismas oportunidades. Lo que tiene sentido para mí, pero me me deja la duda: ¿la igualdad objetiva es posible? Todos los las mismas capacidades, las mismas oportunidades y la misma motivación… en definitiva, un unicornio.

https://cadenaser.com/nacional/2022/06/19/el-trabajo-es-como-un-mal-amor-ni-te-dignifica-ni-te-da-la-vida-que-creias-que-ibas-a-tener-retrato-de-los-millennials-quemados-y-atrapados-entre-la-precariedad-y-la-expectativa-cadena-ser/